Nuestra historia

EL NOMBRE

“EL TALLER” como le llamaban mis hijos comienza operaciones en el año de 1990 fabricando en un inicio únicamente puertas de tambor para diferentes empresas  constructoras; actividad que al principio nos encasillo y marcaría por varios años, ya que la mayor parte de nuestras contrataciones era para la elaboración e instalación de las mismas; fue de esos inicios que saldría  la idea para nuestro actual nombre; hoy en día ya no sólo hacemos puertas de tambor sino de todo tipo; talladas, con tableros, minimalistas, de cristal, con vitrales, etc… Diversificando también nuestros productos al ofertar todo tipo de muebles elaborados con finas maderas.

(Prof. German Avila Lara)

En sus  inicios, siendo 1990, “EL TALLER” comenzaría a funcionar en el cuarto trasero de una casa de un fraccionamiento al oriente de la ciudad de Mérida, Yucatán; con herramientas aun poco sofisticadas y como trabajadores, su fundador el Prof. Germán Avila Lara y su señora María de Lourdez Gómez Barrera; mismos que iniciarían el proyecto como forma de ingreso extra para auxiliar en el gasto familiar.

Durante los siguientes años el pequeño taller de carpintería se iría diversificando, ya no elaboraría únicamente puertas de tambor; comenzarían con la fabricación de closets, canceles y muebles para baño, reparación de muebles de madera y el tejido de petatillos.  Del mismo modo el equipamiento también crecería al contar con herramientas más funcionales y mecánicas que facilitaban el trabajo. Conforme los años pasaban y los tres hijos varones del matrimonio crecían, estos igual fueron sumándose a los trabajos de “El taller” colaborando en un inicio con las labores primarias en la fabricación de los muebles y como asistentes en los procesos de instalación.

No pasaría mucho tiempo para que la calidad del trabajo se dejara notar y las recomendaciones de los clientes comenzaran a circular por la ciudad, pasando así a trabajar para todo tipo de empresas y  particulares de todos los niveles y zonas de la ciudad capital del Estado de Yucatán; y como el crecimiento es inherente para toda empresa que hace bien las cosas; seria para el inicio del siglo XXI , tan solo una década después, que fue necesaria la expansión. “El taller” cambiaría de sede para trasladarse a las afueras de la ciudad a instalaciones especialmente pensadas y construidas para satisfacer las necesidades de espacio y demanda de trabajo.

En ese momento adoptaría su nombre actual y la plantilla de trabajadores crecería junto con la capacidad del taller para atender oportunamente a los clientes; es así como de ser una rustico taller, hoy se cuenta con un espacio equipado con herramientas y maquinaria para trabajar la madera que da como resultado aun esos trabajos con calidad artesanal, pero en menor tiempo. Hoy “LA PUERTA, CARPINTERÍA”  sigue atendiendo a sus clientes en Mérida así como a los del interior del estado de Yucatán con la misma calidad y garantía con la que empezó y con la que se continuará por ser esta la mejor carta de presentación y para continuar el sendero del crecimiento y desarrollo de esta empresa familiar.

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